VIOLENCIA, EL FAMOSO CAPITULO APARTE...O NO TANTO

Lejos de restarle atractivo al fútbol, la violencia en las canchas le agrega valor al espectáculo deportivo. Describirlo no implica apoyarlo. Y hacerlo permite sacudirse cierta cáscara moral a la hora de abordar el problema. LA VIOLENCIA EN EL FUTBOL SE HA TRANSFORMADO EN UN CONTENIDO PERIODISTICO MAS.
La tele siempre se ha enamorado del auto de Fórmula Uno que gira tras el choque y se deshilacha en cada vuelta. O del ciclista del Tour que derrapa en la montaña. El hecho violento enfrascado en el deporte suele darle un condimento particular a la narración televisiva.
El fútbol ha sumado un nuevo atractivo a la hora de contar el juego. Los tópicos violentos resisten la misma lógica que cualquier otro aspecto del fútbol: tienen previa, explicación sobre porque tal hinchada corrió a la otra, razones para que eso suceda y como todo en el deporte, vencedores y vencidos.
Los espacios deportivos se toman el mismo tiempo y la misma gravedad para describir los sucesos que para contar porque un equipo va primero y otro último.
Ligas menores que jamás serán televisadas siquiera en programas partidarios, serán mostradas en horario central si sus 50 hinchas corrieron a los rivales hasta la ruta. Pero jamás sabremos de elloscuando salgan campeones.
Sin espacio para inocencias, lejos de restarle al espectáculo, la violencia en el fútbol suma un nuevo producto al menú deportivo.
Capítulo aparte o no. Con trama central o accesoria, ahí está.