El fútbol indiferente
Durante la tarde vi algo de la definición de la Copa UEFA que el Sevilla le ganó al Espanyol con tiempo suplementario y luego los penales. Fue durante algunos minutos en la redacción de La Nación.com. Más allá del seguimiento informativo del tema, todos coincidían en que esos momentos, habitualmente tensos y consumidor de nervios, no calentaban a nadie. Era como ser vegetarianos en un asado rural.
Descubrimos que en ocasiones, pocas pero existentes, el fútbol puede sernos indiferente. Sin conexión emocional con los hechos, el fútbol es apenas algo que pasa en la pantalla.
Por un rato entendí a los que el fútbol les importa poco y nada. Por suerte después se me pasó.
Labels: fútbol, reflexiones, TV
posted by MARCELO GANTMAN @ 5:12 PM
5 comments
5 Comments:
Nunca logré ponerme de ese lado indiferente cuando se trata de deporte. Me pasa que me pongo en el lugar del deportista o del hincha en ese momento, y asi me he puesto, no se si nervioso, pero si expectante son un superbowl que se definió en la última juada...los St. Louis Rams fueron campeones...y así cn todo...imaginate con el fútbol.
Saludos Marcelo.
otrodeporte.blogspot.com
En una definición por penales tenés que elegir un equipo para hacerte hincha... si estás viendo una definición y no elegís alguno de los dos para querer que gane, no tenés sangre.
Me parecio simpatico y bastante realista tu comentario, lo que no me quedo claro fue el final,el "por suerte se me paso". O sea, te fue indiferente del todo el partido? Por otro lado, el comentario de BKS es obvio,es decir, quien no se pone del lado de uno u otro en un partido? Es instinto, como ponerse del lado del bueno o el malo en una pelicula. Ahora, que cagada que no gano el Espanyol...
Gantman, depilate.
Justamente en ese partido me paso todo lo contrario. Con lo emocionante que fue, con la limpieza que fue jugado, con los huevos que pusieron todos, era imposible ser indiferente.
Podes se rindiferente ante un epsantoso 0 a 0 entre Cucuta y Pasto pro la 4 fecha del torneo de colombia; pero a esta final entre Sevilla y Espanyol, no.
El despliegue de Riera, totalmente destruido fisicamente, con un ojo hecho bosta, fue admirable.
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