VERON EN PLAYBOY
Escribí esta columna sobre la Brujita Verón para la revista Playboy de enero. No ví la revista aún, pero supongo que la publicaron. Acá la tienen.
Verón parte con una ventaja fundamental: es pelado porque quiere. No es pelado cool por necesidad, sino porque tiene ganas. Eso define al personaje. Juan Sebastián Verón, pausa y aceleración del Estudiantes campeón, parece ser uno de esos tipos que pudieron hacer lo que les vino en gana una vez que entendieron como era el asunto.
Verón es un lindo resumen de lo que ha sido el fútbol mundial durante los 90 y parte de los 2000.
Cuando hace diez años saltó de Estudiantes en el Nacional B a Boca, Verón comenzaba a andar un camino que fue emblemático para saber como era el fútbol hace no tanto tiempo.
Sus transferencias gestionadas y medidas por el empresario Gustavo Mascardi lo depositaron en clubes importantes por historia o porque representaban el esplendor económico del momento: Sampdoria, Parma, Lazio y luego Inter fueron las escalas italianas que tuvo Verón en un época en la que lo importante no era permanecer, sino moverse.
Encandilado por dineros de fondos de inversión, el fútbol europeo manejó a mediados de los 90 fortunas a destajo para armar planteles en cada inicio de temporada. Verón, ni rápido ni lento, ni apurado, ni desentendido, siempre surfeo la ola que crecía en ese momento. Hasta su pase al Manchester United en 2001 por 42,5 millones de euros (por entonces record para el fútbol inglés), fue la jugada que había que hacer para estar en la vidriera indicada. Ganó una liga inglesa, pero no se llevó bien con David Beckham ni Roy Keane, glamour y estirpe en el mediocampo inglés, y su curva de rendimiento ya no volvió a subir. Hizo buenas migas con el galés Ryan Giggs que hastá lo llevo en auto desde Manchester a Cardiff para jugar un amistoso previo al Mundial de Japón 2002 entre la Argentina y Gales.
Meses después, la consideración pública sería implacable con Verón. Yendo a patear ese corner en slow motion mientras la selección no pasaba de un empate con Suecia, Verón pasó a ser un enemigo hecho y derecho. La gente había depositado horas de sueño para ver el Mundial y la selección de Bielsa devolvía patacones. Y Verón, el millonario del fútbol, el excéntrico, el de las fotos en la noche menemista, el del pasaporte dudoso, el que se clavó a Panam (¿qué es de la vida de Panam?), terminó fulminado por los hinchas y la prensa deportiva. La blogósfera sigue ardiendo con sitios de fanáticos del fútbol que no ahorran insultos para hablar de Verón.Le cobraron todas juntas.
Pero la mano comenzó a cambiar antes del Mundial 2006. Un choque por la Champions League entre Verón por el Inter y Juampi Sorín por Villarreal, los mostró en riña permanente, con un Verón que no paraba de decirle cosas al capitán argentino y un Sorín que simplemente sonreía.
Entonces, Verón, reservado y exclusivo para periodistas allegados, hizo que su número telefónico siempre sea el password correcto y ya no fue imposible hablar con él. “Te pongo a Verón al aire”, bramaban todos los productores radiales antes del Mundial y después, mucho más.
Verón no tuvo más que sentarse a esperar que pase el cadaver del enemigo. Coqueteó con River, se enojó con Macri porque Boca jugaba con su nombre y finalmente desembarcó con un proyecto personal a La Plata: ser el número uno de Estudiantes. Antes de ser campeón y mientras comentaba sobre su idea de ser presidente del club alguna vez, hasta se reunió con el presidente Néstor Kirchner para que interceda en la disputa platense que trababa la construcción del nuevo estadio de Estudiantes. No menos de dos reuniones entre la Brujita y K reconocen allegados a Verón mientras el equipo del Cholo se armaba para el gran golpe.
Verón parte con una ventaja fundamental: es pelado porque quiere. No es pelado cool por necesidad, sino porque tiene ganas. Eso define al personaje. Juan Sebastián Verón, pausa y aceleración del Estudiantes campeón, parece ser uno de esos tipos que pudieron hacer lo que les vino en gana una vez que entendieron como era el asunto.
Verón es un lindo resumen de lo que ha sido el fútbol mundial durante los 90 y parte de los 2000.
Cuando hace diez años saltó de Estudiantes en el Nacional B a Boca, Verón comenzaba a andar un camino que fue emblemático para saber como era el fútbol hace no tanto tiempo.
Sus transferencias gestionadas y medidas por el empresario Gustavo Mascardi lo depositaron en clubes importantes por historia o porque representaban el esplendor económico del momento: Sampdoria, Parma, Lazio y luego Inter fueron las escalas italianas que tuvo Verón en un época en la que lo importante no era permanecer, sino moverse.
Encandilado por dineros de fondos de inversión, el fútbol europeo manejó a mediados de los 90 fortunas a destajo para armar planteles en cada inicio de temporada. Verón, ni rápido ni lento, ni apurado, ni desentendido, siempre surfeo la ola que crecía en ese momento. Hasta su pase al Manchester United en 2001 por 42,5 millones de euros (por entonces record para el fútbol inglés), fue la jugada que había que hacer para estar en la vidriera indicada. Ganó una liga inglesa, pero no se llevó bien con David Beckham ni Roy Keane, glamour y estirpe en el mediocampo inglés, y su curva de rendimiento ya no volvió a subir. Hizo buenas migas con el galés Ryan Giggs que hastá lo llevo en auto desde Manchester a Cardiff para jugar un amistoso previo al Mundial de Japón 2002 entre la Argentina y Gales.
Meses después, la consideración pública sería implacable con Verón. Yendo a patear ese corner en slow motion mientras la selección no pasaba de un empate con Suecia, Verón pasó a ser un enemigo hecho y derecho. La gente había depositado horas de sueño para ver el Mundial y la selección de Bielsa devolvía patacones. Y Verón, el millonario del fútbol, el excéntrico, el de las fotos en la noche menemista, el del pasaporte dudoso, el que se clavó a Panam (¿qué es de la vida de Panam?), terminó fulminado por los hinchas y la prensa deportiva. La blogósfera sigue ardiendo con sitios de fanáticos del fútbol que no ahorran insultos para hablar de Verón.Le cobraron todas juntas.
Pero la mano comenzó a cambiar antes del Mundial 2006. Un choque por la Champions League entre Verón por el Inter y Juampi Sorín por Villarreal, los mostró en riña permanente, con un Verón que no paraba de decirle cosas al capitán argentino y un Sorín que simplemente sonreía.
Entonces, Verón, reservado y exclusivo para periodistas allegados, hizo que su número telefónico siempre sea el password correcto y ya no fue imposible hablar con él. “Te pongo a Verón al aire”, bramaban todos los productores radiales antes del Mundial y después, mucho más.
Verón no tuvo más que sentarse a esperar que pase el cadaver del enemigo. Coqueteó con River, se enojó con Macri porque Boca jugaba con su nombre y finalmente desembarcó con un proyecto personal a La Plata: ser el número uno de Estudiantes. Antes de ser campeón y mientras comentaba sobre su idea de ser presidente del club alguna vez, hasta se reunió con el presidente Néstor Kirchner para que interceda en la disputa platense que trababa la construcción del nuevo estadio de Estudiantes. No menos de dos reuniones entre la Brujita y K reconocen allegados a Verón mientras el equipo del Cholo se armaba para el gran golpe.
Verón consiguió una revancha deportiva fuerte, que duele como una bofetada a quienes lo señalaban como la manzana podrida que podía contaminar el plantel de Riquelme en la selección.
En el año en que todos perdieron y lloraron, Verón terminó con la copa en alto.
Y es pelado porque quiere. Así cualquiera.
En el año en que todos perdieron y lloraron, Verón terminó con la copa en alto.
Y es pelado porque quiere. Así cualquiera.
Labels: fútbol argentino, Playboy, selección, Verón
2 Comments:
veron es un capo , sabe moverse como pez en el agua , tanto fuera como dentro de la cancha. Coco no lo desaproveches , rompe conel tabu de que es un pecho frio y convocalo a la seleccion , que bastante escasos estamos de conductores y con voz de mando como el pelado.
PE de Adrogue
Un buen resumen. Hasta en el corner ante Suecia hizo lo que quiso.
Y encima va por más
Él y los que vuelven probablemente refunden el fútbol en la Argentina
Sobre el cadáver de Grondona
Solo espero que lo de los fantasmas sea mentira
Post a Comment
<< Home